Agradecemos al Gatorade Sports Science Institute, GSSI, por esta nota. Cuando te estas preparando para alguna carrera, es importante saber que si realizas modificaciones a tu carga de entrenamiento, como es la frecuencia, duración e intensidad, es importante asegurarte que la fatiga se ajuste apropiadamente a tus adaptaciones al entrenamiento. El monitorizar la carga de entrenamiento permite saber si un atleta se está adaptando al programa de entrenamiento o se deben hacer ajustes para que reduzca el riesgo de excesos no funcionales, como fatiga que dure semanas a meses, lesiones o enfermedades.
Entre los métodos para monitorizar la fatiga se encuentra el índice de percepción del esfuerzo, que permite conocer la intensidad que percibe el atleta durante cierta carga de entrenamiento; la frecuencia cardiaca, que es una de las formas más comunes de evaluar la intensidad de la carga impuesta, y si se ocupan combinadas la percepción del esfuerzo con la frecuencia cardiaca puede ayudar a determinar si la carga que tuvo el atleta causó una fatiga alta o baja de acuerdo a lo esperado y programado.
Otro método muy utilizado es la determinación de lactato en sangre, el cual se modifica de acuerdo a la intensidad y duración del ejercicio y aunque tiene algunas variaciones dependiendo de factores como estado de hidratación, temperatura ambiente, ejercicio previo, cantidad de masa muscular utilizada, al combinarse con la percepción del esfuerzo, permite conocer el grado de fatiga presente o acumulado en el atleta.
Existen cuestionarios y diarios para determinar la carga del entrenamiento y su efecto sobre el rendimiento del atleta, así como sus repercusiones en las sesiones posteriores; sin embargo, a veces pueden ser demasiado subjetivas y si el atleta no reporta de forma honesta lo que siente, puede causar confusión o malas interpretaciones que lleven a sobrecargas de entrenamiento o cargas inadecuadas si sólo se basan en dichos cuestionarios.
La monitorización del sueño permite conocer si las sobrecargas en el entrenamiento están afectando la calidad y duración del sueño, lo que afectará directamente la percepción del esfuerzo, motivación y respuesta cognitiva, afectando directamente en el rendimiento, por lo que llevando diarios de sueño, utilizando dispositivos de actigrafía (actualmente relojes y otros dispositivos portátiles y accesibles) permitirán determinar si el sueño se está alterando y llevando a una mayor fatiga en el atleta.
Es recomendable utilizar combinaciones de los métodos para poder tener diversas formas de vigilar los efectos del entrenamiento sobre el organismo y así conocer la fatiga que va presentando el atleta y reconocer si nuestro atleta está empezando con sobrecargas por el entrenamiento.
Conozcan más en el sitio del Gatorade Sports Science Insitutue GSSI, gssi.org.mx
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