Historia de la alberca olímpica

Vamos a platicarles esta ocasión de cómo ha evolucionado la natación de competencia en alberca.

Empezamos aclarando que la natación como deporte empezó hasta  el siglo 19 en Gran Bretaña con la creación de la National Swimming Society, fundada en 1837 en Londres.

El primer campeón nacional  fue el inglés Tom Morris, quien ganó una carrera de una milla en el río Támesis de Londres en 1869, nadando principalmente de pecho.

Hacia finales de siglo 19 la natación de competencia se siguió desarrollando en varios países.  Se practicaba  en el mar o en lagos, con distancias variables y el estilo de nado era básicamente de pecho y el nado de lado, llamado estilo Trudgen.

En los primeros juegos Olímpicos modernos de Atenas en  1896,  se incluyó de inicio  la natación; se hizo en el mar y se nadaban pruebas de  100, 500 y 1,200 m.

En los Juegos de París 1900, la natación se hizo en el río Sena y se introdujo el nado de dorso o espalda, además del estilo de pecho y estilo de lado que ya se usaban. Las distancias variaban desde 100, 200 m hasta 1000 m y algunas veces mayor distancia

Fue hasta los juegos olímpicos de Londres en 1908 en que las pruebas de natación se dejan de hacer en aguas naturales y se utilizan albercas, con diferentes dimensiones dependiendo la sede.

Justo en 1908 se crea en Londres la Federación Internacional de Natación, la FINA, con una representación de 8 federaciones de países europeos, con el objetivo la de regular las normas de la natación a nivel competitivo, así como la de organizar periódicamente competencias de natación. 

En  los juegos olímpicos de Estocolmo en 1912 el hawaiano, Duke Paoa Kahanamoku, introdujo un estilo revolucionario que aprendió de los polinesios, justo lo que hoy conocemos como el estilo crol. En esos juegos olímpicos  además se acepta que las mujeres compitan en las diferentes pruebas de natación.

Fue hasta los juegos olímpicos de París en 1924, que la FINA determina la alberca de 50 m como la reglamentaria donde se deben disputar todas las pruebas del programa olímpico, se unifican distancias, además se incorporan por primera vez las líneas separadoras para delimitar los carriles de la alberca. Ya en este tipo de alberca, es cuando aparece en la década de los años 30, el estilo de nado de mariposa.

Desde ahí las dimensiones de la alberca olímpica que son de 21 metros de ancho mínimo (25 m lo óptimo), por 50 metros de largo con una profundidad recomendada de 3 metros, y se divide en 8 carriles de 2.5 metros, dejando en las orillas laterales de la alberca 0.5 metros libres para evitar oleaje. La temperatura del agua debe estar entre 25 y 28 grados centígrados para que los músculos tengan mejor rendimiento.

¡Muy interesante! 

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