Cápsula Deportes Acuáticos 4- GSSI: Lesiones Comunes

Las lesiones más comunes, principalmente cuando nadamos

Es muy común que cuando realizamos ejercicio en el agua, pensemos que al no haber impacto sobre alguna superficie dura, estamos exentos de lesiones; sin embargo, al nadar, estamos haciendo movimientos repetitivos contra una resistencia que nos ofrece el agua, y para poder desplazarnos, el movimiento de hombros y cadera son muy importantes. Un problema frecuente es que, si no tenemos la técnica adecuada, empezamos a utilizar ciertos músculos de una forma menos apropiada que, sumado a una fatiga causada por el ejercicio, pueden llegar a causar lesiones por sobre uso principalmente musculares y en tendones.

Dentro de las lesiones más frecuentes en los nadadores, tanto de aguas abiertas como en alberca, encontramos a los músculos del hombro y principalmente rotadores, bíceps braquial, deltoides y trapecio como los más comúnmente afectados. Esto es debido a que si no realizamos una técnica adecuada de calentamiento y estiramientos previos, al momento de iniciar en la alberca los movimientos continuos, repetitivos y contra la resistencia del agua, se puede presentar desde un incremento en el tono o tensión del músculo, hasta lesiones que causen rupturas de cierto número de fibras musculares que causen un movimiento alterado o compensación por dolor, lo que llevaría a ocupar otros músculos, sobrecargar a los ya lesionados, hasta condicionar lesiones que puedan afectar totalmente la movilidad.

Es importante hacer notar que la técnica adecuada de brazada permitirá reducir el riesgo de lesiones; sin embargo, a veces un entrenamiento de alta intensidad o de larga duración puede condicionar fatiga de los músculos involucrados, lo cual también llevaría a compensar el movimiento con otros músculos y así causar lesiones leves, que si no se les presta atención, podría condicionar a lesiones más severas.

Al realizar la patada de las diferentes técnicas de natación, ya sea de crol, dorso, mariposa o pecho, existen diferentes movimientos articulares, que pudieran afectar a la cadera o directamente a la rodilla, encontrándose lesiones en los músculos de la región lumbar, así como en los músculos del muslo cuadríceps (anteriores) o isquiotibiales (posteriores); de la misma forma, se debe cuidar la técnica y realizar estiramientos antes y después de los entrenamientos para reducir el riesgo de lesiones en este segmento del cuerpo.

Es importante que ante cualquier dolor que no ceda con el reposo y que se acentúe con los movimientos de natación, seas valorado por un médico especialista en traumatología y ortopedia o un médico del deporte, quienes podrán darte un tratamiento específico y así evitar que esa lesión progrese hasta limitarte en tus actividades.

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